lunes, 7 de marzo de 2016

 “Sé tú el cambio que quieres ver en el mundo” Gandhi.
Quisiera empezar con esta frase porque deberíamos plantearnos, las personas que trabajamos en educación, sea con adultos o con pequeñ@s, cómo está nuestro sistema de valores, ¿dentro de este se incluye la empatía, el respeto al otr@, la asertividad para transmitir lo que pienso? Vivimos en un mundo donde solo importa sobrevivir, y partiendo de esta premisa, competir es el objetivo y no el desarrollo holístico de las personas.
Las competencias de las que los expertos en psicología nos hablan apuntan a que no solo las técnicas-profesionales son necesarias para tu desarrollo óptimo del trabajo, (sea educación o no), sino que también la empatía, la asertividad, mirar al otr@ a los ojos, debería formar parte de estas competencias personales que tiene un buen profes@r. Estas competencias personales se pueden desarrollar o recordar, ya que la empatía forma parte del ser humano desde que nace, y sería conveniente, como tantas otras materias incluirlas en la formación de l@s maestr@s, como son la educación emocional, espiritual, etc.
Solo se puede aprender con emoción, como dice Francisco Mora en su libro Neuroeducación, y ¿qué significa emoción? Es una reacción afectiva, más o menos espontánea, ante un evento significativo (Extraído del libro). Esto quiere decir que si no creamos eventos significativos en el aula, no generaremos una reacción más o menos espontánea y que sea afectiva, que les llegue, que les motive. ¿Cómo generar esa emoción sino somos altamente empáticos con el alumnado? ¿Si no lo conoces, sino sabes qué le interesa? ¿Qué le pasa, cómo se siente? ¿Cómo lo puedes conseguir? ¿Si no sabemos cómo trasmitir con asertividad, como llegaremos a sus corazones? Por eso la frase de Gandhi.
Una de las actividades que se puede llegar a realizar en el aula, es la que aprendí en uno de los cursos del CEFIRE de Valencia, y se trataba de algo muy simple, (es una adaptación) dibujar un árbol con varias copas pequeñas donde escribieran las seis emociones básicas, para después en el momento que lo necesitaran lo utilizaran en el aula para indicar cómo se sentían ese día y si necesitaban hablar o apoyo de la clase o de la profe. Sean adult@s o niñ@s, se sienten mucho mejor después de hablar de cómo se sienten y esto es necesario hacerlo antes de cada sesión o cuando lo necesite el alumnado, no podemos obviar que nuestra labor es de gran responsabilidad, formamos a personas, no cosas y por lo tanto habrá que tener en cuenta una educación holística, donde se tenga en cuenta a la persona desde todos sus ejes, el emocional, el físico y el espiritual, tan de moda ahora en nuestro país, donde se está introduciendo en el aula a través de la meditación o el yoga.
Otro de los ejercicios que puede funcionar muy bien para trabajar las emociones es otro que aprendí en este curso del CEFIRE, y se trataba de colocar tres urnas donde ponía en cada una de ellas, Me gustaría superar….Me arrepiento de….Un problema mío es….y escribir lo que ell@s necesitaban de manera anónima para después entre toda la clase responder de manera asertiva y positiva a las peticiones, al realizarlo en clase, resultó altamente gratificante, ver como ellas a través de su gran capacidad de ayuda al otr@, eran grandes psicólogas al dar respuestas asertivas y positivas a los problemas que habíamos escrito l@s demás.
Por último, me gustaría terminar con una reflexión personal, hace tiempo el mundo se regía por las competencias que explicaron muy bien los ponentes del curso, participación, flexibilidad, facilitación, actitud de cooperación, igualdad, bueno algunas más las añado yo. Era un tiempo en el que el grupo consultaba al grupo lo que tenían que decidir, no había un líder, sino simplemente se le preguntaba a los más sabios los ancianos o las personas que sabían cómo utilizar las plantas para curarse. La tierra se repartía, se trabajaba entre todos, no existían las guerras ni la lucha por el territorio. Eran tiempos donde todos éramos iguales. Eran otros tiempos, quizá algún día vuelvan entre nosotras.                                                                     


domingo, 14 de febrero de 2016

LA EDUCACIÓN HOLÍSTICA. LA EDUCACIÓN DEL FUTURO.


La educación Holística supone una nueva visión de aprendizaje integradora del ser humano. Es una filosofía educacional y constructivista que se basa en la premisa de que toda persona encuentra su identidad, y el significado y sentido de su vida, a través de nexos con la comunidad, el mundo natural, y los valores humanos tales como la compasión y la paz. Se trata de una educación completa e integradora, que busca despertar una devoción intrínseca por la vida y la pasión por el aprendizaje.

Los principios holísticos de interdependencia, diversidad, totalidad, flujo, cambio, unidad, sostenibilidad, etc. están en la base de este nuevo paradigma educativo, cuyo objetivo es la formación integral del ser humano, una formación que supera el paradigma Newtoniano-Cartesiano de la ciencia mecánica del siglo XVII y que hoy todavía sigue primando en los diferentes sistemas educativos.

El paradigma holístico no se puede relacionar con creencias religiosasdogmas ni rituales; la religión, como institución dogmática y manipuladora de las ideologías de los grupos humanos, no tiene cabida en la visión holística. Por su parte, la espiritualidad es algo inevitable, pues es la conciencia del mismo ser dentro del Mundo y el Universo. Es la naturaleza esencial del ser humano, el cual es capaz de percibirla más allá de creencias, dogmas e instituciones o líderes organizados.

La Educación Holística toma pues, los aportes de la nueva ciencia como base, y reconoce el Mundo como una compleja red de relaciones entre las distintas partes de un Todo global. Del mismo modo, no considera tan importante el aprendizaje de teorías y modelos como el verdadero desarrollo de mentes científicas, capaces de hacer un uso inteligente y creativo de los recursos tecnológicos actuales.
Algunos teóricos, como Howard Gardner (1999), como David Perkins (1992), y como también Grant P. Wiggins Jay McTighe (1998), han subrayado la importancia vital del aprendizaje reflexivo y del establecimiento de conexiones dentro de lo que podríamos llamar una Pedagogía de la Comprensión, es decir, que las personas que se educan puedan:
  • Reconocer con cierta facilidad las relaciones que existen entre las diferentes asignaturas y el mundo que les rodea.
  • Adaptarse a situaciones nuevas.
  • Combinar los conocimientos pertinentes con la inteligencia práctica y social, a la hora de resolver problemas reales por sí mismos o en grupo.
Webgrafía:
https://es.wikipedia.org/wiki/Educaci%C3%B3n_hol%C3%ADstica

El ser humano es un ser social, necesitamos relacionarnos con el medio, con nuestros semejantes para ser cada día más felices. La sociedad, últimamente nos ha inducido hacia la individualidad, y ha creado seres cada vez más deprimidos viviendo en soledad, en uno de los vídeos que he consultado esta semana, nos explicaba como en una investigación realizada durante 75 años, las conclusiones eran estas exactamente: qué les hace felices a los seres humanos durante toda su vida y que a su vejez nos comparten...las relaciones sociales. El ser humano como ser social necesita vínculos para ser feliz, no necesita cosas materiales para conseguir la felicidad, eso solo sería momentáneo, pero la felicidad de la que habla el estudio, es una felicidad basada en el amor. El amor a la familia, a la relación con sus iguales, a sentirse querido y parte de un grupo social. Y no tanto conseguir triunfar en el ámbito profesional o material. 
Por tanto, pensemos en una educación holística en la que enseñar al alumnado a ser ellos mismos/as, a valorarse, a tener autoestima, a conocerse a si mismos/as, a relacionarse con el otro/a, a vivir en sociedad y respetar el medio en el que vive. 
Os adjunto un enlace de mi muro del facebook, para que podáis visualizar un vídeo precioso de una mujer de 80 años que lo explica genial. 

Nati Ga compartió el video de Pájaro Azul.

Gracias.